Desde la incorporación de España a la OTAN hace 41 años, la Industria de Defensa española ha tenido un largo recorrido en cuanto al papel que ha supuesto nuestra adhesión a la Alianza Atlántica. Estos años de cooperación entre los 30 países miembros han posicionado a España como una de las mayores potencias del sector de la defensa en términos de innovación y tecnología. Así, las empresas que contribuyen a la industria de defensa de nuestro país han avanzado para formar parte de los foros de armamento de la OTAN. 

Como indica TEDAE, Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio, la industria española cuenta con más de 500 empresas de diferente amplitud dispuestas a mantener las capacidades militares de las Fuerzas Armadas y que generan alrededor de 50.000 empleos de cualificación técnica.  

A pesar de la escasa inclusión de las empresas españolas dentro del plan industrial de la OTAN, nuestro país es, entre todas las potencias mundiales, el cuarto dentro del marco europeo que más armas exporta y el séptimo a nivel internacional, representando un 3.2% de exportaciones de armas a nivel global.   

Actualmente, uno de los escenarios en los que se ha demostrado el potencial de la Industria de Defensa española es en la colaboración con la OTAN para frenar el ataque ruso a Ucrania. Así, numerosas empresas de nuestro país han contribuido con el envío de armamento de alta tecnología y una colaboración alineada con la OTAN en el plan de paz de Ucrania.  

Entre las exportaciones autorizadas, España proveyó a Ucrania de proyectiles de artillería de 155 milímetros por valor de 118 millones de euros, además de armas de 20 milímetros, cascos y blindajes, entre otros. Por otro lado, el 51% de las exportaciones españolas ha tenido como destino a países de la OTAN con 660 millones de euros.   

En términos de innovación y tecnología, España cuenta con otras empresas que están liderando el proyecto de Fondo Europeo de Defensa. Asimismo, la industria está marcando los pasos del futuro del sector de la defensa y haciendo de nuestro país un líder en la aceleración de la digitalización para potenciar la ciberseguridad de las Fuerzas Armadas, tanto de España como del resto de países en Europa.  

Una muestra de cooperación que aumentará en los próximos años en vista a alcanzar un 2% de inversión en defensa en España como medio para lograr el desarrollo de capacidades militares y la contribución militar a las misiones y operaciones de la OTAN.  

Nuestra industria ha demostrado su compromiso con la Alianza a través de su aportación financiera, armamentística y política. Por lo tanto, destaca la necesidad de ampliar la representación de empresas españolas, que cuentan un alto potencial en el sector, dentro de los planes de producción armamentística de la OTAN y, así, eliminar las barreras de cooperación marcadas en el pasado.