Tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, garantizar la soberanía y seguridad de Europa se ha convertido en una de las prioridades en las agendas de los estados miembro, los cuales están aprobando y adoptando medidas presupuestarias y estratégicas para alcanzar este objetivo, siendo una de las más destacadas los proyectos PESCO.
Los proyectos de la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) nacieron con la misión de desarrollar una industria de defensa y seguridad más robusta y cooperativa en Europa. Incluyen desde el desarrollo de nuevas capacidades militares identificando futuras necesidades, hasta la mejora en el intercambio de imágenes clasificadas entre los gobiernos y el entrenamiento conjunto.
Algunos de los más destacados son el 4E, en el ámbito naval, centrado en equipar a los futuros buques con las tecnologías más avanzadas. El RPAS, en el ámbito aéreo, enfocado en el desarrollo de una nueva generación de aeronaves remotamente tripuladas. Y también los sistemas C4ISR, en el ámbito cibernético, para el mando, control, comunicaciones, computación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
En total, España participa en 28 de los 60 proyectos Pesco lanzados desde que se aprobaron en 2018. De estos 28, 4 están liderados por nuestro país siendo los más importantes el 4E y el RPAS.
Esta iniciativa ha significado un gran paso para la construcción de la defensa europea y una gran herramienta para alcanzar la autonomía estratégica. Ayudan a forjar una estructura cada vez más sólida y reforzar el despliegue de las operaciones en un momento histórico tan importante como el que estamos viviendo.