
La industria de defensa se ha caracterizado a lo largo de su historia por desarrollar e implementar una decidida apuesta por la innovación y el desarrollo tecnológico. Esta constante búsqueda de nuevos y mejores desarrollos surge de la necesidad de liderar una operativa militar capaz de adaptarse a las exigencias de un entorno que presenta riesgos múltiples y se encuentra en constante evolución.
